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Cooperativa Asopep, Planadas, Tolima. .j
Cooperativa Asopep, en Tolima

Somos artesanos del café colombianos comprometidos a apoyar a las comunidades cafeteras en Colombia más allá del café Fairtrade de una manera sostenible y ética.  Hacemos esto principalmente obteniendo las mejores variedades de café de origen único, que son de alta calidad y combaten la pobreza generada por mezclas de baja calidad.

 

Nuestra misión es cambiar fundamentalmente la forma en que se comercializan los granos de café para apoyar a los agricultores y sus comunidades, resolviendo los problemas de falta de educación, servicios de salud y oportunidades de vida.  Es un gran objetivo, pero nos impulsa apasionadamente a dar pequeños pasos en la dirección correcta para alcanzar nuestro objetivo.

La forma en que lo hacemos es pagando un precio superior al de mercado a nuestros agricultores para asegurarnos de que reciban lo suficiente para cubrir todos los costos de producción y mejorar sus medios de vida al poder mantener a sus familias y hacer crecer su negocio.

Pero vamos más allá al construir relaciones estrechas a largo plazo con nuestras pequeñas fincas en Colombia con el fin de educar a los agricultores sobre el acceso al mercado de cafés especiales en el extranjero y apoyar sus desarrollos.  Al hacer esto, esperamos traer beneficios sociales a sus comunidades en general.  También invertimos en proyectos artísticos y creativos que tienen como objetivo contar las historias de las comunidades detrás de nuestros granos de café de especialidad.

 

Nuestra filosofía nos lleva a creer que si nuestros bebedores de café saben más sobre las comunidades que hacen su café y que su compra ha marcado una diferencia positiva en la vida de alguien, su café sabrá aún mejor.

En pequeñas aldeas en las montañas cafetaleras, los agricultores colombianos cultivan árboles de café arábica que necesitan sombra, por lo que también cultivan plátanos, guanábanas, naranjas, mandarinas, aguacates, etc.  Los domingos, los agricultores bajan al pueblo más cercano para vender sus productos.  Como traen una variedad de productos, están menos expuestos a la volatilidad de los precios del mercado del café, por lo que pueden participar más ampliamente en la economía. Obtienen pequeñas ganancias para luego poder comprar otros productos.

También intentan no usar pesticidas ya que no quieren dañar ninguna de las otras plantas y árboles, por lo que la producción general se vuelve orgánica y el medio ambiente no se degrada.  El exuberante entorno verde ayuda a proteger sus cafetos, que cuidan casi uno por uno.   Limpian las hojas una a una.  Las cerezas de café son recolectadas a mano por toda la familia y solo eligen las cerezas que son rojas, pero casi moradas, esto le da a nuestros granos de café un sabor dulce único, similar al Guanábaba: una fruta popular en Colombia.

 

Este es un proceso hermoso, pero solo cuando este proceso se puede repetir, se vuelve sostenible.  Todo el proceso cuida el medio ambiente, la pobreza y la situación social en uno.  Este es un círculo sostenible perfecto.  Sin embargo, las fuerzas económicas externas que impulsan a la baja los precios del mercado lo alteran por completo.

Aquí es donde The Colombian Coffee Company es diferente.
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